Life is Strange True Colors es la última entrega de una franquicia que otra vez nos invita a jugar su característica aventura narrativa, pero con una vuelta de tuerca. 

El código para este análisis fue provisto por el editor.

Desde 2015, Life is Strange busca hacerse un lugar contando historias que otros no se animan, tratando de representar minorías y empoderarlas para que sepan que no están solas, que su historia es la de muchas otras voces y que hay alguien por ahí que está atravesando la misma situación. 

Si bien en los comienzos tuvieron algunos tropezones y el primer juego era como jugar una novela adolescente, fueron madurando con el paso del tiempo para entregar una maravillosa experiencia en Life is Strange True Colors. Es la historia más emotiva, mejor construida y la que te hace sentir más parte de toda la franquicia. 

Lo más satisfactorio de jugar Life is Strange True Colors, es que en todo momento de los 5 episodios que dura, nos sentimos protagonistas; cada una de las decisiones que tomemos, incluso las pequeñas, tendrán importancia. No está esa sensación de relleno o de acciones inútiles que solo buscan estirar algo que no es necesario. Pero tampoco cae en que cada cosa que decidamos hacer sea de vida o muerte. Si en la vida real tomamos decisiones todo el tiempo y estas pueden tener grandes impactos, así como también solamente modificar nuestro humor por el resto del día, lo mismo pasa en Life is Strange True Colors. 

Personajes humanos y queribles al jugar Life is Strange True Colors

La mejor decisión que tomaron desde Deck Nine fue salir del formato episódico y pasar a una entrega “tradicional”, en donde, si bien el juego está separado en cinco capítulos bien marcados, no tenemos que esperar semanas para jugar el próximo, perdiendo cierto impacto sobre la narrativa. Supongo que de esta manera también se les hizo más “fácil” trabajar lo técnico, porque el salto de calidad es evidente, sobre todo en una Xbox Series X, que es dónde probamos el Life is Strange True Colors. 

Tienen que jugar Life is Strange True Color, el mejor de la franquicia

El apartado visual es muy bueno, el pueblo a donde transcurre la historia, Haven Spring, es sumamente bello y su ámbito se mezcla con las montañas y los ríos dando un lugar muy apacible, similar a lo que ocurre con Lake, pero con una diferencia de presupuesto evidente. Tenemos la posibilidad de activar Ray Tracing haciendo que hasta los anteojos de Alex Chen muestren reflejos. Eso, junto a una resolución 4k y 30 cuadros por segundo de framerate, dan como resultado una experiencia visual muy agradable y placentera de jugar, que funciona de manera muy sólida. Además, se complementa con una banda sonora muy bien curada, que ocupa un lugar central en la construcción del relato. 

La historia principal de Life is Strange True Colors nos pone en control de Alex Chen, una joven mujer Asiática-Americana que pasó su juventud entre hogares sustitutos, con una infancia muy difícil. Luego de 8 años, se reencontrará con su hermano en Colorado para a partir de allí reconstruir su vida. Pero un suceso trágico alterará los planes y gracias a los poderes empáticos de Alex, deberemos descubrir lo que realmente sucede en ese aparentemente tranquilo pueblo. No pienso contar más de la trama para reducir al mínimo los spoilers. 

Life is Strange True Colors añade detalles jugables que amplían la experiencia, desde pequeñas pistas en cada capítulo, arcades que contienen minijuegos como *se pone de pie* Arkanoid, hasta la importancia de la elección de la ropa de Alex. 

Durante nuestro recorrido al jugar Life is Strange True Colors, nos cruzaremos con variedad de personajes, algunos ya conocidos si somos seguidores de la franquicia. Cada uno de estos personajes tienen un trasfondo bien cuidado y sus historias se relacionan con las nuestras de manera natural, no se siente forzado, hasta podremos establecer una relación romántica, pero en todo momento se siente orgánico. 

Los poderes de Alex le permiten ver los sentimientos de las personas, pero estos pueden tomar control de ella. Así que si alguien está enojado cerca de ella, ese enojo toma el control, haciendo que luego se arrepienta de sus acciones. Es este relato, de alguna manera semejante a Intensamente, el mensaje final que nos acompaña durante todo el viaje, uno de autoconocimiento y aceptación. Celebro que un videojuego lo pueda tratar de esta manera. 

Cada uno de los elementos presentes en Life is Strange True Colors nos van a acompañar durante las 10 – 12 horas que toma jugar la aventura completa. Tenemos varias opciones de desenlace, en donde cada una de ellas se siente natural y orgánica, como todo en el juego. 

Life is Strange True Colors es el mejor juego de la franquicia hasta ahora, se be bien, funciona bien, está bien escrito. Es todo un placer jugar y sumergirse en la vida de Alex, cada uno de los elementos puestos en la experiencia tiene un por qué y se siente significativo, tanto si es de la trama principal o de las historias secundarias. Sin duda, sacar lo episódico fue todo un acierto, como lo son el resto de las decisiones que tomó el estudio con este juego. 

Life is Strange True Colors ya está disponible para jugar en Xbox desde 5000 pesos y en Playstation por 60 dólares.