El pequeño estudio italiano RaceWard busca hacerse un lugar entre los juegos de simulación de conducción, ¿lo logrará en su debut? Hoy te contamos las razones para jugar RiMS racing. 

El código del juego para este análisis fue provisto por el publicador, Nacon Gaming España

*Dato de color, este artículo fue realizado de manera completa desde el navegador Edge de una Xbox Series X, no pasó en ningún momento por una computadora. Ahora sí, la nota.

Los juegos de simulación de conducción se han vuelto más populares en el último tiempo, siendo los principales y los predominantes un puñado de títulos de estudios gigantes. Nacon, junto al pequeño estudio RaceWard buscan hacerse un lugar, invitándonos a jugar RiMS racing. Si bien es un simulador de conducción de motos, tiene una búsqueda un poco particular que lo hace distinto de sus competidores. 

RiMS racing no es solo un juego de conducción, sino que hace fuerte foco en la mecánica y la ingeniería, ofreciéndonos jugar el título más profundo y detallado que haya probado en este género. Ojo, no tenemos miles de categorías con cientos de motos y pilotos. La gente de RaceWard decidió enfocar sus esfuerzos en un puñado de motos mega populares, esas con las que siempre fantaseamos, en vez de ofrecer un catálogo extenso. 

Jugar Rims Racing nos permite desarmar por completo nuestra moto

En total contamos con 8 moto vehículos, donde podemos ver íconos como la Kawasaki Ninja, la Honda CB 1000, la Ducati Panigale o la Yamaha YFZ R1, todas super bikes de las más rápidas del mundo. Contamos con la posibilidad de elegir entre varios aspectos de personalización estético y el nivel de detalle de cada uno de los modelos es impresionante. Lo mismo para el diseño de sonido, cada una de las 8 motos disponibles se ve y suena como en la vida real. Con los escenarios pasa lo mismo, hay 9 pistas oficiales recreadas al detalle y además RiMS racing nos da la posibilidad de jugar en 5 rutas panorámicas a través del mundo, similares a las stages de Rally, que se pueden hacer al derecho y al revés. 

RiMS Racing nos invita a jugar no solo como piloto, sino como ingeniero y mecánico

El sello distintivo de RiMS Racing es su fuerte foco en la mecánica y la ingeniería, pasaremos más tiempo en el garage que en las pistas. Esta elección de tener un puñado de motos para elegir busca que nos hagamos uno con nuestro vehículo, que lo adoptemos, nos familiaricemos con él, conozcamos hasta el último tornillo y desde allí, poder sacar hasta el último HP de rendimiento. 

Después de jugar cada carrera iremos al taller y podremos revisar estadísticas y métricas, ver el desgaste de los componentes y cambiar aquellos que así lo requieran, ya sea porque están en mal estado o porque conseguimos uno mejor. Pero estos ajustes no son solo elegir un componente, hacer click y listo. Para cambiar, por ejemplo, unas pastillas de freno deberemos sacar la rueda, desarmar los calipers, sacar los tornillos para desmontar las pinzas y recién allí podremos reemplazar nuestras pastillas; todo esto mediante una serie de quick time events que nos harán sentir realmente como mecánicos, estos QTE también están presentes en los pits stops, en donde tendremos que hacer algunas combinaciones para quitar las ruedas, cargar combustible, etc. 

RiMS Racing está pensado para jugar en solitario, su fuerte es el modo carrera individual y no tiene énfasis en los esports, aunque posee un modo online con desafíos y listas donde podremos competir con otros riders del mundo entero o local a pantalla dividida. 

El modo campaña incluye una serie de tutoriales que van desde los tips más básicos de conducción, hasta explicaciones de para qué sirve cada pieza de nuestra moto y de cómo funciona. Es uno de los títulos más educativos que encontré en el último tiempo. Según la gente que sabe, la representación de cómo se desarma cada una de las motos disponibles es muy fiel a la realidad, así que con RiMS racing, además de un excelente juego de conducción, estamos ante un muy buen manual de despiece virtual. 

¿Pero la jugabilidad qué onda? En este aspecto, el joven estudio italiano ha hecho también un gran trabajo, cada cambio mecánico en nuestra moto se siente en la conducción, haciendo que los estilos de manejo sean totalmente únicos, dependerá de cada uno si adoptamos un estilo más seguro o si vamos a jugar con probar los limites en cada una de las curvas. La inteligencia artificial es despareja, se nota que su dificultad está dividida en grupos, en las carreras de 10 pilotos siempre hay un par que escapan en punta y después grupos de a 3 que ocupan el medio y el fondo de la grilla, su comportamiento es correcto, frenan para evitar choces, etc. 

En cuanto a rendimiento, en su versión de Xbox Series X, RiMS Racing nos permite jugar a constantes 60 cuadros por segundo. La iluminación es muy buena y el buen detalle de pilotos, motos y escenarios en corto choca con una no tan buena definición en la distancia de dibujado larga. Algún poping de textura y algún otro bug no muy importante. 

En cuanto a precio, RiMS racing está unos 2800 pesos (más impuestos) en el store de Xbox y 50 dólares en Playstation y repite la política que viene manteniendo Nacon de vender por separado las versiones old y next gen, así que hay una versión Xbox One/PS 4 y otra Xbox Series/PS5 sin upgrade gratuito. 

En síntesis, RiMS Racing es un juego de simulación único y sólido, que no solo nos permite jugar como piloto, sino que ofrece el más profundo sistema de mejora y reparación al día de hoy, posee una campaña individual extensa y hace foco en el vínculo con nuestra moto en vez de ofrecer un extenso catálogo. Es una propuesta fresca y novedosa en un género bastante cerrado.