Tienen que jugar Guardians of the Galaxy

Tras un paso en falso con la franquicia más importante del mundo, Square Enix vuelve a hacer el intento con los héroes más irreverentes. Hoy te contamos las razones para jugar Marvel´s Guardians of the Galaxy. 

Al ponerme a jugar Guardians of the Galaxy lo hice con una gran carga de prejuicios y muy poca expectativa, la experiencia anterior con Marvel´s Avengers había sido decepcionante y los trailers que había visto dejaban más dudas que certezas. Pero por fortuna, Eidos Montreal y Square Enix parecen haber recogido el guante, dejando de lado las falsas adulaciones de aquellos que opinan de acuerdo a la cantidad de regalos que reciben y escuchó al público general. 

Guardians of the Galaxy es un juego de acción/aventura en tercera persona de progresión lineal, durante nuestra aventura podremos jugar en diversos escenarios; desde extraños planetas, interiores de estaciones espaciales, hasta el espacio exterior mismo, cada uno de esos escenarios está detallado al máximo y ofrece un nivel visual despampanante. Mucho ayuda que Guardians of the Galaxy no es un mundo abierto enorme e insulso lleno de porquerías insignificantes para hacer, que solo nos obliga a jugar horas y horas como es habitual hoy en día; es una experiencia de progresión lineal, como los juegos más representativos de Eidos Montreal. 

El desarrollador de Guardians of the Galaxy bien podría haber buscado el componente online y seguir intentado aprovechar las mieles del juego como servicio. Podría buscar ser otra especie de Outriders, al que le fue relativamente bien y en términos de estructura es algo similar, pero por suerte eligieron hacer lo que saben y tenemos como resultado una de las mayores sorpresas del año. 

Al jugar Guardians of the Galaxy nos ponemos en la piel de Peter Quill, el líder del grupo de antihéroes más carismático del universo. La aventura tiene lugar años después de una guerra galáctica y comenzamos con el grupo ya constituido, lo que nos evita historias de origen, tanto del grupo como de los integrantes individuales. El juego asume que ya conocemos a los integrantes, las particularidades de las personalidades y relaciones entre ellos.  

Esto no es malo ni bueno per se, pero la forma en que Guardians of the Galaxy va tejiendo los vínculos mientras tenemos que jugar las distintas misiones es excelente. Tenemos flashbacks que nos llevan a la infancia de Starlord, que sirven para reforzar el vínculo con su madre, hacen más humano al personaje y nos permite entender sus motivaciones. Además, durante el transcurso de la acción del juego, los personajes van a interactuar entre sí y allí aprenderemos más sobre sus vínculos o tenemos la opción de conversar con ellos en nuestra nave espacial y explorar un poco más acerca de cada uno. 

El argumento de Guardians of the Galaxy comienza con un pretexto chiquito, casi ridículo, que escala y termina involucrando a nuestros héroes en un evento que puede destruir la galaxia. Todo este asunto está muy bien escrito y tiene la progresión clásica de las películas de Marvel, con la diferencia que aquí podremos jugar esas hermosas escenas de acción. 

Guardians of the Galaxy es un hermoso juego de acción que todos deberían jugar

Tenía mis dudas acerca de la jugabilidad, pero Guardians of the Galaxy hace todo bien y es un placer jugar, en el más puro sentido de la palabra: es divertido, reconfortante, entretenido y con una curva de aprendizaje perfecta. Todo el tiempo estaremos bajo el control de Starlord, que tiene sus características armas, sus botas propulsoras y algún ataque cuerpo a cuerpo menor. El tema de que el ataque principal sean dos pistolas me hizo dudar en un comienzo y pensar “a ver cuándo se vuelve repetitivo esto”, pero la realidad es que (ya sea por habilidades propias o de un equipo al que si bien no controlamos de manera directa, podremos indicarle que haga ataques especiales), nos van metiendo nuevos modos a medida que avanzamos y eso nos brinda variedad a nuestro modo de jugar, tanto como para que siempre tengamos algo que aprender. 

Los miembros del equipo cumplen los roles clásicos de los videojuegos, así que tenemos un médico, un soporte, un tanque y un asalto. Las habilidades de cada uno de ellos están relacionadas con su rol y la cantidad de combinaciones que podremos hacer es enorme, con un sistema para ejecutar estas habilidades que es sencillo de aprender.  

Además de las habilidades individuales, al llenar una barra de estilo podremos reunir a los Guardians of the Galaxy, motivarlos y obtener un plus de rendimiento durante un breve período donde vamos a tener mejoras de salud y de escudo, una reducción de los tiempos de enfriamiento de las habilidades y va a sonar alguna pegadiza canción, todo parte de una banda sonora que responde a la tradición de la franquicia de éxitos de los ´80 que suenan de vez en cuando y añaden aún más placer al jugar Guardians of the Galaxy.  

Este elemento de “reunión” es quizás el que tiene la implementación más floja. El nivel de la mejora temporal depende de un mini juego en donde la acción se suspende por un momento, el equipo se reúne frente a nosotros y deberemos prestar primero atención a lo que ellos nos dicen, para luego elegir la frase motivadora correcta. Si bien la mecánica es original, al cabo de varias horas de juego uno quiere saltar esta secuencia rápido y volver a jugar con lo divertido. 

Al jugar Guardians of the Galaxy deberemos enfrentar elecciones que tienen un impacto leve en el desarrollo del juego. No volví a re-jugarlo todavía para ver las otras elecciones, pero por ejemplo podemos elegir tirar a Rocket a través de un acantilado para que nos active un puente del otro lado, lo que hará que esté enojado con nosotros durante gran parte del juego. 

No es que Guardians of the Galaxy invente la rueda o revolucione la industria de los videojuegos, pero el desarrollador toma todo lo que sabe hacer, todo lo que uno espera de un juego de Marvel y lo ejecuta de manera impecable. La historia es atrapante, humana y emociona de manera inteligente; cae en lugares comunes pero en la medida justa y tiene grandes dosis de humor que están muy bien metidas en el juego, me reí con ruido en numerosas ocasiones y el estilo de este humor es fiel a las películas (no leí comics, así que…)   

El gameplay es placentero y variado, con una curva de aprendizaje bien ajustada. Ofrece diferentes niveles de dificultad pero ninguno influye en lo logros/trofeos, así que solo estimulan el ego del jugador; mezcla secuencias de acción y combate con Quick time events, secciones de plataformeo, puzzles simples y hasta conducción de vehículos. 

La parte técnica es una delicia y por lo menos en Xbox Series X, Guardians of the Galaxy se ve hermoso, anda fluido, es un lio de colores y cosas pasando en pantalla pero el jugador siempre está en control. Los diseños de los personajes son impecables (al jugar podremos desbloquear trajes y equiparlos, hay incluso uno de la película de 2014) y StarLord tiene las mejores expresiones faciales que se han visto en años. La expresividad que tiene es épica: cada mueca, cada gesto, cada burla; puede parecer un detalle tonto, pero cada pequeño gesto que hace ayuda a sentirlo más humano y darle veracidad a cada cosa que dice. Además tiene el mejor motor de jopo en la historia de la industria, el sueño de Armando Barreda.  

No quiero abundar en detalles para dejar que los jugadores descubran todo lo que tiene Guardians of the Galaxy para ofrecer, pero sí puedo decirles que tiene todo lo que un fan de Marvel (de los exigentes) y de los videojuegos puede esperar. Si uno conoce la franquicia o el universo tiene un montón de valor agregado; si uno es un neófito se va a encontrar con un videojuego muy sólido que seguro va a terminar entre los mejores del año.  

En lo personal, siento que este juego de Guardians of the Galaxy va a tener el mismo impacto que tuvo la película de 2014 para el MCU. De cualquier manera, es uno de los indispensables del año y sin duda lo tienen que jugar. 

En su lanzamiento, Guardians of the Galaxy está disponible en Xbox a partir de 5500 pesos más impuestos y en Playstation desde 60 dólares.